2018 ESPAÑA CATALUÑA GIRONA RIPOLL BESALU
Eso fue lo que hicimos al visitar Ripoll y Besalú.
Ripoll es un municipio de la provincia de Girona. Es la capital de la comarca del Ripolles y está situada en la confluencia de los ríos Ter y de su afluente Freser, en el Prepirineo catalán.
El Monasterio de Santa María de Ripoll se encuentra hoy después de numerosas restauraciones felizmente consolidado en sus muros de piedra. Fué fundado en el año 879 por Wilfredo el Belloso y su Iglesia en el 935. Poco a poco el Monasterio crece y cobra cada vez mas importancia gracias a su biblioteca y a que por su cercanía con el mundo Musulmán y Mozárabe. Desde el siglo IX al XII fué panteón de los Condes de Barcelona a donde pertenecía y muchos de ellos reposan en su interior.
En este monasterio se desarrolló una relevante tarea de redacción de manuscritos. De entre los que destacan tres Biblias, actualmente en el museo vaticano.
Nos dirigimos a Besalu siempre acompañados de la familia Rubio, magnificos amigos y anfitriones.
Caminando por el largo puente románico del siglo XI encontramos a Besalu cercada por el Fluviá, que muestra desde allí su mejor perfil medieval. Una vez dentro de la villa, las callejuelas intrincadas y oscuras o barrio de la judería, parecen, destilar misteriosos secretos. Pero luego el sol se cuela entre las torres y dispersa a los fantasmas. Llenas de luz resplandecen la iglesia románica de Sant Vincenç, la preciosa calle Tallaferro y la animada plaza Mayor. Nos detuvimos a tomar un café , el paisaje lo merecia.
Si bien el origen del puente fortificado de Besalu es desconocido, se supone que su estructura basica es del 1075. Inundaciones y razones defensivas fueron los motivos por los cuales debió ser reformado en 1315. En 1395 se le incorporaron las dos torres defensivas y sufrió otra modificación en 1680.
El mayor daño sufrido fue provocados por la voladura de sus arcos durante la Guerra Civil Española, por lo que debió ser nuevamente restaurado en 1965.
Sus 7 arcos tienen un muy curioso formato, el que se debe, a las piedras y rocas del río en el que tiene asentado su basamento.
Besalú deja ver una estructura arquitectónica y urbanística bastante coherente con el pasado medieval.
Su calles, sus piedras, el bellísimo Fluviá y su arquitectura se entremezclan para crear un pueblo mediaval excepcional.
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