2017 SUDAFRICA PARQUE KRUGER

- Nunca corran, nunca. Solo quédense quietos. Los animales podrían atacarlos. Además traten de no salir de sus habitaciones cuando cae el sol, Ok??

Esas dos recomendaciones nos dio Michael Kristensen, el danés que se radicó en África hace más de 25 años (primero Mozambique y luego Sudáfrica), regentea el Mbizi Bush Lodge dentro del Parque Kruger y camina los senderos junto a su tres perros, uno de ellos un imponente mastín napolitano que le ayudan a detectar los animales que están en las cercanías del complejo.

La ruta desde Johannesburgo? Tranquila, lluvias, niebla, camiones, pozos, montaña, cabras y monos que se cruzaban y unos tremendos termiteros de unos 2 metros de altura.-

Los bungalows están separados del edificio principal unos 100 metros. La piscina tiene una vista privilegiada y según nos contó Michael a veces se acercan los elefantes a beber. Todo un espectáculo.

La cena? A las 7 de la noche. De entrada un gazpacho de melón, después carne de springbok (antílope) con vegetales y de postre un mousse de chocolate y amarula con frutos rojos. Un placer.
Así fue nuestra primera noche en el Kruger. A la cama temprano escuchando los ruidos de la selva y a las 4 de la mañana Michael nos golpea la puerta para acompañarnos hasta nuestro coche (por los animales salvajes que andan dando vuelta vio?), ya que debíamos trasladarnos hasta Phalaborwa, una de las entradas del Kruger y estar a primera hora en donde nos esperaba nuestro guía David (parecido  al negro de WhatsApp), quien nos llevaría de safari. Y así salimos, con el frio y la llovizna de la madrugada, envueltos en frazadas húmedas en un jeep descubierto, buscando los bichos de la Reserva y todos medios dormidos y cabeceando de vez en cuando hasta que aparecía otro bicho y todos a sacar fotos.

El Parque Nacional Kruger abrió al público en los años 20´y es una de las reservas más grandes de África (junto al Masai-Mara y el Tsavo en Kenia, el Etosha en Namibia y al Serengeti en Tanzania, ente otros) ubicado al norte del país y rodeado por Zimbabue y Mozambique. Tiene casi 2.000.000 de hectáreas, más de 1,5 millones de visitantes al año y conviven más de 700 tipos de especies entre las que se encuentran los "Big Five" africanos: leones, leopardos, elefantes, búfalos y rinocerontes (ya sé, algunos de mis amigos futboleros pensarán en River Plate, Independiente, Racing, San Lorenzo y el otro equipo que no me acuerdo el nombre jejejje), pero no, estoy hablando de los animales.

Difícil ver a los Big Five en un solo recorrido sobre todo en época de lluvias (como hoy), ya que se encuentran más dispersos) Hoy solamente pudimos ver 3, el leopardo, el búfalo y el elefante). El león y el rinoceronte, se quedaron dormidos.

“Connection off road” eso te dice la señora del GPS cuando vas  camino al Lodge Mbizi; algo así como: lo siento chicos, hasta acá llega mi señal, de ahora en adelante se arreglan ustedes solitos como puedan!!! Divertido, sobre todo cuando llegas a la caída del sol, tenés varios caminos para elegir y parece que hace mucho no circula nadie por ahí y además ves animales cruzando delante de tu coche. Qué lindo los bichitos pero solo espero que no se desarme el coche en el camino.-

Hoy nuestro recorrido Krugeriano estuvo por la Reserva Moholoholo, que es un Centro de Rehabilitación de animales salvajes y donde después de una larga charla un guía te muestra fotos y video de animales lastimados por las trampas humanas. Pieles rasgadas y músculos desgarrados para querer zafarse. Algunos animales terminan mordiendo sus extremidades para poder escapar- Los guías te llevan a dar un recorrido por las distintas área en donde están los animales en rehabilitación y te explican un poco sobre los distintos animales y su forma de vida.

El uso de trampas, sobre todo de jaulas y alambres de ahorque están prohibidos pero es habitual encontrarlas. Estas trampas son usadas para el mercado negro de animales o para cazarlos por su piel o solo por el uso de sus cuernos o colmillos en forma de polvo con fines “medicinales” (gente estúpida que cree eso). Otras trampas son colocadas por los granjeros de la zona quienes además de plantaciones de cítricos y maíz, crían cabras y bueyes. Esto es comida fácil para los depredadores y a los granjeros les hace perder dinero, por lo tanto colocan trampas para cazar a los animales que viven es su área, sin importarles que en definitiva toda el área le pertenece a los animales y los invasores son ellos.

Con respecto a la visita, entras en algunas jaulas como la de las águilas y también de los buitres a los que alimentas colocándote un gran guante de cuero en la mano y les ofreces un pedazo de carne, lo bueno de esos bichos es que son bastante educados y solo se suben de a uno a tu brazo en mi caso fue diferente y la segunda invitación a comer se subieron dos buitres y son bastante pesados;  no quiero imaginar si los 20 buitres de a jaula se te tiran de encima a comer, pero están bien alimentados así que no hay problema, es divertido.

Lo de las reservas de rehabilitación de animales es una acción loable, pero tiene su negocio también. Algunos animales no pueden ser devueltos a su hábitat natural ya que no son capaces de alimentarse por sí mismo y no son capaces de sobrevivir, por lo tanto quedan en cautiverio de por vida, se encuentran rehabilitados, se los alimenta sin necesidad de salir a cazar y las reservaciones viven del turismo que los muestra. Son para algunas personas amantes de los animales y del medio ambiente un zoológico encubierto.

Además siempre es más interesante y rentable mostrar grandes depredadores que se encuentran en rehabilitación. Como los jaguares en el Amazonas y los leones y leopardos en el África.