2018 MARRUECOS RABAT
De Tánger a
Rabat
El viaje desde Tánger hasta Rabat lo hicimos
en unas 3 horas, por rutas muy transitadas, pero en buenas condiciones. Muchos
policías, gendarmes y personal de seguridad que realizan controles de tránsito
se pueden ver cada tanto.-
Al iniciar el día, la idea fue visitar las
Cuevas de Hércules, en donde se podrían ver dos entradas, una por la superficie
y otra que da al mar y que tiene la forma de África (forma que se la dio el
viento). La leyenda dice que Hércules pasó una noche acá antes de llevar a cabo
uno de los trabajos para pagar sus culpas con los dioses del Olimpo. Pero nos
dimos cuenta que, no teníamos demasiado tiempo para visitarla y que esa cueva
está invadida de vendedores, por lo que se transformó en algo artificial, algo
muy turístico y perdió originalidad. Lo descartamos.-
Seguimos ruta y en la radio del coche podemos
escuchar mucha música árabe, que es muy atractiva, pero al cabo de un rato se
vuelve un poco pesada y si además enganchas el momento del rezo es algo difícil
de entender y ya sabemos que los musulmanes deben rezar 5 veces al día. Cada
tema musical es como un lamento que se repite en forma permanente y por más que
cambies de emisora, más árabes te cantan y te hablan. Eso sin contar las radios
en francés.-
De todas formas también en la radio podemos
localizar una frecuencia española, de Andalucía. Así que de pronto se escucha a
Ketama con su flamenco, pero después viene Cold Play y luego aparece ABBA y
después música latina. Que variación. Si llegaban a pasar un tema de Aldo y los
Pasteles Verdes me mato. Ufff que susto, menos mal que volvió la música
árabe, no la aguantaba más a Shakira.-
Al cabo de un rato, la fisonomía del camino
cambia. El Mediterráneo va dejando lugar al Océano Atlántico que ahora lo
podemos ubicar a nuestra derecha. Aquellos campos verdes van dejando lugar a
éstos pastos más secos. La Corniche (o malecón) está ahí nomás y Rabat se ve muy
moderna de lejos. La ciudad al igual que muchas en Marruecos está militarizada
y custodiada, ya que cuenta con varios monumentos que son patrimonio de la
Humanidad, como La Torre Hasan, la Casba de los Udayas, el Mausoleo de Mohamed
V y algunas cuantas embajadas.-
En Rabat, actual capital del Reino de Marruecos, se
puede ver poca modernidad, de pronto aparece un tranvía moderno que recorre la
ciudad y luego éste se pierde en su sector antiguo, bordeando la medina y por
supuesto ahí dentro se puede encontrar de todo, desde vendedores de chucherías
inservibles (como clavos oxidados, control de TV rotos, algún zapato que le
falta su par y muchos artículos de dudosa procedencia) hasta los escardadores
de lana de los colchones (era común que pasaran por las casas, desarmando los viejos
colchones, lavando las lanas del interior, que luego secaban al solo y volvía a
coser el colchón con grandes agujas, que después la usábamos para coser la
pelota de futbol y nuestra madres los matambres). También acá es posible
encontrar restaurantes con pescados secándose al sol (que nadie pregunta desde
cuando están ahí, pero por el fuerte olor y los gatos merodeando llevan un buen
tiempo), joyerías y tiendas de ventas de sandalias marroquíes (esas de colores
y que terminan en punta), venta de especias y frutos secos y muchos negocios
que venden productos derivados del argán (acá se lo usa para jabones, o aceites
medicinales y cosméticos y también se lo conoce como “el oro del desierto” ya
que dicen tiene más propiedades que el aloe vera).-
La medina de Rabat no es tan vistosa como la
de Chefchaouen pero es mas grande y está en permanente reparación, así que es
común ver maquinas viales haciendo reparaciones, por lo que el polvo en el
ambiente es bastante.-
Se pueda pasar por Marruecos sin pasar por
Rabat (no se pierde mucho). Es desordenada, caótica, algo sucia y en donde la
ley de la jungla la ganan los coches que circulan metiendo la trompa para ganar
un lugar en la calle. Los semáforos son escasos o brillan por su ausencia.-
Ok, arranquemos la visita a la ciudad con un buen
desayuno. Que puede ser? Dátiles, higos secos, aceitunas, tal vez algún queso
agrio con miel? Pan de maíz o pan de cebada con sémola y semillas de sésamo (o
algo así?), frutas, tortas varias, huevos duros y algún crepe de sémola con un
café bien fuerte para bajar todo. Es que estoy a dieta, vio?
Después de caminar como locos y visitar ésta
ciudad, me pareció buena idea hacer algo típico del mundo moro. Visitar un
Hammam. Que son esos baños públicos muy comunes en Turquía y los países
africanos que bordean el Mediterráneo. Yo había visitado uno hace un tiempo en
otro país y quería saber si existía diferencia con el Hammam marroquí. Pues sí,
la hubo. Para los interesados es una experiencia recomendable y pueden
participar hombres y mujeres. Por supuesto, en sectores separados.-
De entrada, te dan los elementos que usarás
en los baños: jabón líquido, una alfombrita de goma, una crema, toallas y un
guante (esos exfoliantes que están en las duchas de cualquier casas pero casi
nadie usa porque raspan mucho y uno mariconea con eso, si te lo pasan por la
espalda o los brazos, etc) Ok, ese mismo guante.-
Te hacen sacar la ropa y luego pasas a una
sala húmeda, calurosa, mojada y con algunos hombres que están en calzones
bañándose. El tipo que te acompaña y que solo habla árabe, te hace seña para
que te tires al piso (que obviamente está mojado) encima de la alfombra. Te
tira un baldazo de agua caliente y después te desparrama jabón líquido, te
masajea, te pasa el guante con mucha fuerza por el cuerpo y después del otro
lado. Vos sentís que te queda todo el cuerpo raspado, que la piel se te
desprende, pero no gritas para que los que están ahí no se te caguen de risa.
No le decís nada al marroquí para que sea más suave, te la bancas como un
soldado, pero por dentro los puteas a él, su familia y toda su descendencia y
mientras te mira vos entre dientes le decís “sos un hijo de p…” (total, solo
habla árabe).-
Después de un rato te vuelve a tirar agua
caliente (aclaro, no está para pelar pollos, pero está caliente). Vos miras el
“guante de los castigos” y ves parte de tu piel pegada ahí. Piel muerta o no,
es mía y el marroquí se la lleva en el guante. Dejala que se me seque en mi
cuerpo y se me caiga sola, guacho. Me pregunto: el tipo, forrará libros después
con la piel de todos?
Esto no termina ahí. El muñeco te hace señas
para que te levantes y lo sigas a otra habitación en donde terminará su faena. Yo
de pie. Llena más tachos con agua y me los va tirando desde la cabeza, uno por
uno, con agua cada vez más fría. Al último le faltaban los cubitos. El tipo
después me mira, me golpea el pecho en señal de aprobación y me dice en árabe
algo así como “listo querido, te podes ir”. Y vos volves a putearlo entre
dientes, siempre con una sonrisa por supuesto.-
En la entrada y mientras te cambias, te dan
un té caliente con hojas frescas de menta, que más podía ser no?Vos le decis Shukraan
(árabe) y te vas de ahí.-
En los cafes es curioso ver a los hombres sentados en la calle y las mujeres adentro.Nos llamo la atencion tambien el sonido de las cigueñas.
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