2018 MARRUECOS CHEFCHAOUEN
Pero el destino final es Chefchaouen, así que seguimos viaje. Esta vez sin GPS, porque en ésta zona de montaña se pierde toda señal. Atravesando pequeños pueblos y pequeños ríos, rutas sinuosas llenas de pozos y camiones, esperando ver algún cartel que nos indique que vamos bien (que no se ven tan seguido) y siguiendo algunas indicaciones de las personas que encontramos en ruta y nos guían.-
Al llegar, nos perdemos en la riqueza de su
historia. El pueblo recibió a moros y judíos cuando fueron expulsados de España
y crearon en ésta zona montañosa una ciudad amurallada o medina encantadora. En
la actualidad este lugar es muy visitado por personas de todo el mundo,
formando un crisol de razas, aunque el marroquí la visita desde hace poco
tiempo. El nombre “Chefchaouen” significa “pueblo azul”, ya que es el color
característico.-
La parte más antigua de la ciudad crece hacia
lo alto de la montaña, y ahí se encuentran manantial de Ras al-Ma. En el centro
de la ciudad está la plaza de Uta al-Hammam, con una Alcazaba(que es una fortificación) y una mezquita que llama a la oración replicándose en toda la ciudad. Durante siglos la ciudad
fue considerada sagrada y se prohibía la entrada a extranjeros. Por lo que
mantiene además su fisonomía medieval.-
La ciudad estuvo bajo protectorado español
hasta 1956 por lo que gran parte de la población sabe hablar español, además
del francés y el árabe que son los idiomas oficiales.-
El marroquí es agradable y atento y siempre
está dispuesto a ayudarte, pero también te pedirá un dírham por la información
o la ayuda. Nada es gratis en Marruecos. De todas formas no te acosan para que
entres a su negocio o compres sus productos y te saludarán en todos los
idiomas, desde el “Salam Aleikum” (árabe) hasta el “Ni hao” (chino).-
Así que, la idea fue caminar y perderse por
callejones angostos sin importar demasiado hacia dónde vamos. Solamente
esperando descubrir algo mas que nos sorprenda a la vuelta de alguna esquina,
manteniendo el misterio de lo que vendrá. Solo caminar por calles empedradas,
escalonadas y estrechas, llenas de pequeños comercios de artesanías.-
Una imagen característica de Chefchaouen son
las personas que usa chilabas de lana con capucha, que son esas vestimentas que
llegan hasta los pies y que algunas vez viste en La Guerra de las Galaxias y
crees que es el maestro Obi Wan Kenobi caminando por acá.-
En el zoco (la entrada a la ciudad) hay una
plaza inmensa llena de restaurante puestos de artesanos y turistas.
En uno de esos puestos nos detuvimos un momento. Era el de una mujer que hacia figuras con henna. Silvia quiso hacerse una figura, así que a negociar el precio. Cerrado el trato, realiza el trabajo con una delicadeza y maestría espectacular en tan solo 5 minutos.-
En uno de esos puestos nos detuvimos un momento. Era el de una mujer que hacia figuras con henna. Silvia quiso hacerse una figura, así que a negociar el precio. Cerrado el trato, realiza el trabajo con una delicadeza y maestría espectacular en tan solo 5 minutos.-
- Espera que se seque un poco, serán unos 20
minutos! nos dice.
- Ok, pero tengo manchado el otro dedo, se
puede limpiar?
- Si, por supuesto!, solo con agua, día a día
va perdiendo color! dice la mujer.
Entonces ocurre lo inesperado: la mujer,
dobla un poco su vestido, lo escupe y se lo refriega en el dedo manchado de
Silvia para limpiarlo. Listo, problema resuelto.-
Salimos de ahí mirándonos las caras como no
entendiendo la situación.-
Pienso:esta mujer seguro es madre!!
Porque muchas madres escupen pañuelos para
limpiar lagañas, comisuras de labios, rodillas raspadas, frentes y cuellos con
tierra y mugre de sus hijos. La saliva de madre es limpiadora y curativa. Es
algo mundial.-
El día puede resultar
agotador por las subidas y bajadas en este pueblo montañoso pero sin dudas, la
mejor forma de terminar la jornada en Chefchaouen es sentarse en la terraza de
algún café de la plaza para cenar un cuscús o algún tajine y finalizar con un
típico té con hojas frescas de menta. Siempre acompañados de gatos callejeros que abundan en todos lados. La gente les da de comer, la leyenda dice que Mahoma iba con un gato en su capucha y por eso son sagrados. Los mozos se toman todo el tiempo del mundo, así que a relajarse y disfrutar
del momento.-
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